martes, 21 de mayo de 2013

Cada día sin ti, es una eternidad

El día que naciste fuiste una bendición para mi. 
Cuando te vi me llenaste de una gran sonrisa. 
 Me iluminaste un camino de alegría. 
Tu fuiste mi mayor orgullo. 
 Quiero pensar que me esperas en un lugar mejor. 
 Que eres un ángel, que no conoce la maldad del mundo. 
Mi ángel guardián, que siempre estará a mi lado. 
 Cuando mire las estrellas siempre pensare en ti. 
Mi querida hija, que el camino que te hace falta por recorrer 
 sea tan bonito e iluminado como tu me iluminaste a mi. 
 Es muy difícil pensar que ya no estas conmigo. 
 Ojala pudieras estuvieras un minuto mas para decirte cuanto te quiero. 
 Mi única ilusión es que vuelvas conmigo para besarte 
pero se que ahora es un sueño inalcanzable mi querida hija. 
 Pero esto no es un adiós, sino un hasta luego. 
Me despido de ti, diciéndote cuanto te quiero
Esta noche serán 5 meses sin ti.

domingo, 5 de mayo de 2013

En tu día, solo quiero hacerte una petición ama


Hace ya muchos años que este no es un buen día para mi ama, tú lo sabes. Este año… es aun peor.
Tú sabes lo que ha pasado. Tú no estás y mi niña tampoco.
Cuando tú te fuiste, fue un dolor tan grande, que pensé que nada podía doler mas. Pero no era verdad.
Hoy tengo tu imagen, cuando murió mi hermano, apoyada en aquel nicho, totalmente rota. Aquel día pensaba que sabía lo que sentías, no lo sabía. Solo tú podías saber el dolor que se siente ante la pérdida de un hijo.

Mi niña vivió solo 15 días, pero nada cura el dolor de verla sin vida, aquel día algo se me rompió dentro, se quedo como un vacio que es imposible llenar, que nunca llenare.

Esos 15 días, pegada a aquella incubadora, esperando que se diera el milagro de que mi niña pudiera aguantar, supe que es ser madre y lo que duele serlo.

No puedo explicar lo que sentía cuando ponían el cartel de no pasar, el miedo de que mi niña no estuviera bien, cuando veías a todos los médicos junto a su incubadora.

El dolor cuando nos dijeron que estaba tan mal. Sentir que con ella se te va tu vida. Suplicar y rezar como nunca en tu vida rogando que te lleven a ti pero que la dejen a ella.

Nadie escucho mis suplicas

Es la primera vez que escribo sobre ella, desde que se fue, casi nunca hablo sobre ella. No sé porque es algo muy mío.

Pero ella no se merece que no hable de ella, porque con lo pequeñita que era, no sabes lo que peleo por salir adelante. Todos los médicos estaban sorprendidos por la fuerza que demostraba y las ganas de vivir que tenia. Pero sus pulmoncitos no estaban listos y no pudieron aguantar.

Pero ella no se rindió en ningún momento, peleo por vivir más de lo que la mayoría hemos peleado en toda nuestra vida.

Creo que la noche que se fue, ella lo sabía. Porque ese día nos abrió los ojitos y nos miro. Ese día le agarro el dedito a su padre. Fue como si lo supiera y quisiera despedirse.

Me da mucha pena que no os conocieras porque en lo luchadoras os parecíais mucho. Era tu nieta Lucia, ama y sé que hoy está contigo. Así que solo te pido una cosa, cuídamela ama. Cuídamela hasta que me reúna con vosotras y la pueda cuidar yo.

Han sido meses e incluso años, en los que ni me había planteado volver a escribir. Después de tantos años pegada a un teclado y haberlos de...