martes, 26 de abril de 2011

En ocasiones...

Todos tenemos partes que tendemos a ocultar del resto. Lo hacemos tan bien, que en ocasiones somos capaces de fingir de tal manera que poca gente lo nota.

No es fácil tener un problema de aprendizaje. Poca gente los entiende y comentarios que en otra persona son indiferentes, a nosotros nos hacen saltar como un puercoespín.

No somos tontos y lo sabemos, solo somos disléxicos. Ponemos las letras donde no son, nos cuesta más aprender a leer, somos incapaces de distinguir la izquierda de la derecha, entre otras muchas cosas.

Supongo que en realidad disfrazamos esa tara, con una falsa inteligencia.

Yo soy disléxica. Sería incapaz de escribir muchas de las cosas que escribo sin utilizar un corrector. Posiblemente no me entenderíais nada de lo que escribo.

Nunca me ha gustado pedir ayuda, desde pequeña me he acostumbrado a esconder mis defectos. Supongo que por eso nadie descubrió que era disléxica, solo era vaga. No estudiaba porque no quería y esas cosas.

Sé que la dislexia lo está reñida con la inteligencia, aun así envidio a las personas normales. Esas que para hacer algo bien no tienen que pensarlo mil veces, esas que no tienen que utilizar un corrector para parecer inteligentes

2 comentarios:

  1. Siendo como tu lo ves pudiera ser que la mayoría seamos disléxicos, pienso que la dislexia se debe más bien a que la mente trabaja tan deprisa que las palabras nunca llegan a alcanzarla, no es cuestión de inteligencia.
    Me gusta tu blog.
    Un saludo.

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  2. Opino igual que el comentario anterior. Hay tanta palabra nueva, tanto nombre raro, que sin una ayudita de google cualquiera se puede equivocar.

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Han sido meses e incluso años, en los que ni me había planteado volver a escribir. Después de tantos años pegada a un teclado y haberlos de...