Hace ya muchos años que este no es un buen día para mi ama, tú
lo sabes. Este año… es aun peor.
Tú sabes lo que ha pasado. Tú no estás y mi niña tampoco.
Cuando tú te fuiste, fue un dolor tan grande, que pensé que
nada podía doler mas. Pero no era verdad.
Hoy tengo tu imagen, cuando murió mi hermano, apoyada en
aquel nicho, totalmente rota. Aquel día pensaba que sabía lo que sentías, no lo
sabía. Solo tú podías saber el dolor que se siente ante la pérdida de un hijo.
Mi niña vivió solo 15 días, pero nada cura el dolor de verla
sin vida, aquel día algo se me rompió dentro, se quedo como un vacio que es
imposible llenar, que nunca llenare.
Esos 15 días, pegada a aquella incubadora, esperando que se
diera el milagro de que mi niña pudiera aguantar, supe que es ser madre y lo
que duele serlo.
No puedo explicar lo que sentía cuando ponían el cartel de
no pasar, el miedo de que mi niña no estuviera bien, cuando veías a todos los médicos
junto a su incubadora.
El dolor cuando nos dijeron que estaba tan mal. Sentir que
con ella se te va tu vida. Suplicar y rezar como nunca en tu vida rogando que
te lleven a ti pero que la dejen a ella.
Nadie escucho mis suplicas
Es la primera vez que escribo sobre ella, desde que se fue,
casi nunca hablo sobre ella. No sé porque es algo muy mío.
Pero ella no se merece que no hable de ella, porque con lo
pequeñita que era, no sabes lo que peleo por salir adelante. Todos los médicos estaban
sorprendidos por la fuerza que demostraba y las ganas de vivir que tenia. Pero
sus pulmoncitos no estaban listos y no pudieron aguantar.
Pero ella no se rindió en ningún momento, peleo por vivir más
de lo que la mayoría hemos peleado en toda nuestra vida.
Creo que la noche que se fue, ella lo sabía. Porque ese día
nos abrió los ojitos y nos miro. Ese día le agarro el dedito a su padre. Fue
como si lo supiera y quisiera despedirse.
Me da mucha pena que no os conocieras porque en lo
luchadoras os parecíais mucho. Era tu nieta Lucia, ama y sé que hoy está
contigo. Así que solo te pido una cosa, cuídamela ama. Cuídamela hasta que me reúna
con vosotras y la pueda cuidar yo.
La vida te ha hecho llorar mucho pequeña, mucho mas de lo que merecía alguien tan noble y gentil como tu.
ResponderEliminarTe queremos mucho. Guille y familia